«Entre el placer y el dolor lo que único que que importa es la virtud.» Esta es, en dos palabras, la ética de Zenón. Como si dijéramos: entre que a uno le duelan los dientes y hacer el amor con Kim Basinger, en teoría, uno no debería ni tan sólo percatarse de la diferencia, o, al menos, prestarle apenas atención.El Bien y el Mal sólo guardan relación con el espíritu; en cambio, todas las demás cosas tienen relación con el cuerpo y son moralmente indiferentes, ya sean las positivas (vida, salud, belleza, riqueza, ) o las negativas (muerte, enfermedad, fealdad y pobreza).
Los entes se dividen en buenos, malos e indiferentes. Los buenos son: inteligencia, templanza, justicia, valor y todo lo que es virtud. Los malos son: estupidez,desenfreno, injusticia, cobardía y todo lo que es vicio Los indiferentes son: la vida y la muerte, la celebridad y el anonimato, el dolor y el placer, la riqueza y la pobreza, la salud y la enfermedad y cosas similares a éstas.
Por lo que hace a los indiferentes, los estoicos nos conceden (favor que nos hacen) el poder distinguir entre valores preferibles y no preferibles. Un beso, por ejemplo, es considerado preferible a una bofetada, siempre que no perjudique un valor moral. Lo importan dice Zenón, es conservar en toda situación la impasibilidad (apátheia), es decir la independencia de las pasiones. «La pasión es una cosa que nos aleja de la razón y es contraria a la naturaleza del alma.» Los verdaderos bienes son sólo los morales, o sea los que se encuentran en armonía con el logos.Para quien ya lo hubiera olvidado, el logos es la racionalidad innata a la naturaleza que tiende a llevar a universo a un nivel de perfección.
Entre las pasiones, cuatro son las más peligrosas el placer, el dolor, el deseo y el temor. Después habría unas setenta más, pero dado el carácter ligero de esto texto, evitaremos dar una lista completa.
Como ya habían dicho los cínicos, los hombres dominados por las pasiones son los insensatos. El Sabio en cambio, es feliz en todas las situaciones. Dice el estoico: «Puedes meterme en la cárcel, torturarme, asesinarme, ¿y qué? ¿Qué crees que has hecho? Come mucho, serías capaz de privarme de la vida, pero no de modificar mi alma.»" «Anito y Meleto pueden matarme, pero no ofenderme.»" El Sabio, en cuanto carente de necesidades, es el único hombre verdaderamente rico, libre y rey y señor absoluto de sí mismo.
El estoico no es virtuoso para hacer el bien, sino que hace el bien para ser virtuoso. Por lo demás, es inflexible consigo mismo y con los demás. Consideradefecto la piedad, una debilidad propia de mujeres de poco valor. « La misericordia forma parte de los defectos y de los vicios del alma: misericordioso es el hombre tonto y frívolo. El sabio no se conmueve por nada y no perdona a nadie una culpa cometida. No es de nombres fuertes el dejarse vencer por súplicas y permitir que nos aparten de una justa severidad.
En resumen, a un estoico es mejor perderlo que encontrarlo. El problema es que hay muchísimos en circulación.
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